Sucesos - 30/5/24 - 03:00 PM

Aplicación de penas máximas no disminuye la delincuencia juvenil

Aunque tiene que haber una certeza del castigo del delito, la aplicación de una pena "es algo accesorio", porque en el caso de los menores lo que hay es que implementar más programas, planes y proyectos de prevención que los incentiven a no caer en ese mundo.

 

Por: Rocío Martins / Web -

Panamá- La aplicación de penas máximas o el aumento de estas a menores infractores no va a hacer que disminuyan la delincuencia juvenil, porque para que esto ocurra hay que trabajar en el tema de la prevención, aseguró Héctor Wong, secretario Ejecutivo de la  Política Criminológica.

Según Wong, aunque tiene que haber una certeza del castigo del delito, la aplicación de una pena "es algo accesorio", porque en el caso de los menores lo que hay es que implementar más programas, planes y proyectos de prevención que los incentiven a no caer en ese mundo.

Existen pruebas que indican que, a través de la educación en el hogar, la escuela y en la comunidad, se puede disminuir la deserción escolar y con ello también la delincuencia juvenil, explicó.

Puntualizó que la Secretaría Ejecutiva de la Política Criminológica del Ministerio de Seguridad Pública, lleva adelante un plan piloto en el distrito de San Miguelito, a través del cual han podido captar a más de 2,900 estudiantes, de 14 planteles diferentes.

Detalló que al 60% de los jóvenes participantes, de ambos sexos cuyas edades oscilan entre los 12 a 17 años, han manifestado el deseo practicar algún deporte en su tiempo libre, mientras que al 90% le interesa desarrollar una ocupación técnica manual, como la ebanistería, la soldadura o la pintura, entre otros. Estos también han participado en programas de noviazgo saludables, sobre habilidades para la vida y embarazo precoz, etcétera.

El problema radica en el hecho de que los jóvenes tienen mucho tiempo de ocio, por lo que las autoridades tienen qué saber que hacer llegar a ellos y así lograr que hagan el uso correcto de este, en lugar de involucrarse en grupos delictivos.

Puntualizó que la Secretaría a su cargo, a través del Consejo Nacional, tendría que crear programas basados en la Ley 28 del  10 octubre del 2022, que establece la política pública que debe seguir el Estado en materia de prevención.

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Indicó que actualmente a esa ley no se ha podido implementar a nivel nacional, porque para ello primero hay que crear un Plan Nacional de Política Criminológica y actualmente este se encuentra desarrollado casi en un 94%, para que sea aprobado.

Explicó que dicho plan debe contar con la validación de tres sectores: la ciudadanía, organismos internacionales y expertos nacionales. Adicionalmente, la ley también ordena la creación de un Consejo de Política Criminológica conformado por 13 organismos, de los cuales 10 son gubernamentales y tres pertenecen a la sociedad civil.

Entre estos ministerios están: Salud, Cultura, Pandeportes, Educación, Gobierno, Desarrollo Social, Economía y Finanzas, Seguridad, mientras que por la sociedad civil estarían la Universidad de Panamá a través del Instituto de Criminología, la Asociación de Criminólogos de Panamá y la
Asociación de Inadaptados Sociales e Infractores de Panamá, detalló.

"El plan ya se está creando y desde septiembre de 2023 cuenta con una primera validación de expertos, también se realizó una validación ciudadana que terminó el mes pasado durante la cual se recogieron las aportaciones de todas las asociaciones involucradas en el tema a nivel nacional, tanto civiles como gubernamentales", dijo.

Sobre el plan está pendiente la validación de los organismos internacionales, para luego culminar con la validación ciudadana, acotó. Este proceso, aunque depende de la continuidad que le dé la nueva administración, no debe tomar más de 6 meses para que sea completado, ya que la misma ley establece que políticas que se generan deben ser sostenibles en el tiempo.

En resumen, para disminuir los índices de delincuencia juvenil hay que seguir con los programas de prevención e impactar a los jóvenes y a sus padres, ya que el origen de toda la violencia viene del hogar y  de la familia, reiteró.

Dejó claro que los resultados los programas que se implementen no se verán de inmediato, es decir, a corto plazo, sino que será una transformación que se verá en la sociedad poco a poco.

En el caso de los jóvenes que ya se encuentran delinquiendo o cumpliendo una pena, lo ideal es que participen de programas que los preparen académicamente para que cuando salgan a la vida civil puedan integrarse a la comunidad y no tengan que buscar en el delito el modus vivendi, como los que lleva adelante el Instituto Interdisciplinario de Prevención.

 

 

 

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