Nacional - 29/3/21 - 12:00 AM

Ulloa: se escriben y se escuchan tantas burradas

 

Por: Yorlenne Morales / Crítica Impreso -

En el Domingo de Ramos, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa recordó la reflexión del burro para no seguir cometiendo burradas. Se escuchan, se escriben y twitean tantas burradas... pensamos que somos los protagonistas y dejamos a Dios fuera de nuestra vida, y ya vemos los resultados fatales.

Indicó que Jesús nos dice que aprendamos de él: manso y humilde corazón y dejemos de actuar como si nunca nos equivocamos, ya que con esto estamos cometiendo uno de los más grandes errores: pensar que somos infalibles. Es tan fácil reconocer “me equivoqué” y pedir perdón, así muchos problemas podrían terminar antes de que el viento del orgullo los convierta en incendios forestales, porque sin el señor Jesus no somos nada.

Ulloa pide a la población que no deje de cuidarse y cuidar a sus seres queridos, manteniendo a pesar de lo que pase, un estricto cumplimiento de las medidas de bioseguridad.

El prelado adelantó que durante la Semana Santa les han pedido a los sacerdotes que puedan seguir bendiciendo las palmas y durante esta semana van a tener palmas bendecidas en la librería católica de los obispados, además pueden llevar a los obispados donde los sacerdotes estarán disponibles para bendecirlas, evitando siempre aglomeraciones.

“Adornemos en esta semana las puertas y ventanas como signo de nuestra disposición de vivir los misterios de la Semana Santa'', exclamó.

Anunció que el próximo domingo de Pascua, para ayudar a que no haya aglomeraciones, estarán bendiciendo desde los cielos a Panamá. A partir de las 11 de la mañana sobrevolamos Panamá Centro, Panamá Oeste, San Miguelito, Colón, para bendecir con el santísimo al pueblo de Dios”.

Monseñor destacó que el "gran desafío en esta Semana Santa, es experimentar la cercanía con el otro, a pesar de no poder juntarnos físicamente”.

Ulloa reiteró que como el año pasado, hemos de celebrar la Semana Santa confinados en nuestras casas, intentando vivirlo a través de la pantalla de televisión o de los medios digitales.

A pesar de esta pandemia, los creyentes tenemos la firme convicción que después de la Resurrección de Jesús, nadie muere solo, a su lado siempre están Jesús y María, y todos los miembros de la familia que ya están con el Padre, expresó el prelado

Indicó que este año, los templos parroquiales estarán disponibles para recibir según el aforo establecidos por las autoridades, a un número restringido de fieles, por lo que la mayoría no podrá asistir físicamente.

Sin embargo, dijo que las limitaciones no importan, ya que vamos a celebrar con toda la profundidad el acontecimiento más grande de la historia de la humanidad, el amor de Dios es capaz de triunfar sobre la muerte, “incluso aquella que parece sin sentido, aquella que en este año, a través de la pandemia, nos ha arrebatado a nuestros seres queridos sin poderlos acompañar, sin podernos despedirnos de ellos. Incluso son poder rendirles el último homenaje en su entierro”.

Ulloa hizo un llamado que al iniciar la Semana Mayor no nos quedemos en la entrada de Jesús a Jerusalén.

Dijo que hoy como discípulos del Señor, también queremos seguir a Jesús, pero debemos de preguntarnos cuántas veces lo hemos negado y traicionado, lo hemos abandonado y dejado solo, pero que aún así Jesus sigue creyendo en nosotros, nos sigue llamando para llevar su salvación al mundo.

Monseñor manifestó que “Cristo sigue sufriendo la pasión, cuando vendemos nuestra vida por 30 monedas de plata, cuando nuestro deseo de enriquecer aun en medio de la pandemia, nos lleva hacer negocios no tan honrados, o cuando incluso compramos por dinero un poco de placer. Cristo sigue sufriendo la pasión, cuando los hombres buscan en la violencia, en el terrorismo, en el aborto, en la eutanasia, en los odios entre familia, la solución de los problemas como aquellos que emprendieron a Jesús con espadas y palos”, expreso.

En resumen, Ulloa señala que Cristo sigue sufriendo su pasión, en todo aquel que sufre, enfermos, pobres, ancianos en soledad, migrantes, marginados de la sociedad.

Reconoció que entre las cifras espeluznantes de muertos y de contagios diarios por el coronavirus, en el mundo también está saliendo a la luz pública actitudes de bondad y solidaridad a la que no estábamos acostumbrados... la pandemia ha impulsado a las personas a mostrar su solidaridad y fraternidad.

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