Nacional - 20/9/22 - 12:00 AM

OIT confirma que sistema de pensiones en Panamá está para los tigres

 

Por: Redacción / Crítica Impreso -

El informe actuarial de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el sistema de pensiones en Panamá confirma la preocupante situación del Subsistema Exclusivo de Beneficio Definido (SEBD) conocido como solidario, cuyas reservas para pagar las jubilaciones alcanzan un "valor nulo" tan pronto como en el 2024.

El documento de 182 páginas reconocer que en ningún momento de la proyección, los ingresos totales del programa de Invalidez, Vejez Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social (CSS), alcanzarán para cubrir los gastos totale de las pensiones, pero el peor resultado operativo se alcanza en el año 2050 cuando la diferencia alcance los $7,500 millones.

La OIT explica que los ingresos totales del SEBD alcanzaron $1,609 millones en 2019 y $1,401 millones en 2020. Los gastos totales del SEBD fueron $1,859 millones en 2019 y $1,919 millones en 2020, generando un déficit de $249.9 millones y $517.5 millones, respectivamente, que debieron ser cubiertos con los fondos de la reserva.

El documento detalla que en la actualidad la esperanza de vida para las mujeres es de 81.7 años y la de los hombres 75.8 años. Para el 2050 sube a 86 las mujeres y 80 los hombres.

Además se advierte un descenso en la fecundidad de 2.3 por mujer en el 2020 a 1.9 para el año 2050. La población estimada en el 2050 será de 5.6 millones con una baja del crecimiento anual de 0.5%. Tendremos una población envejecida, que en el año 2050 el 17.8% será mayor de 65 años.

El Subsistema Exclusivo de Beneficio Definido (SEBD) en el año 2060 ya no tendrá cotizantes activos y solo tendrá únicamente personas pensionadas y los últimos beneficiarios van a recibir pensión hasta en la década de 2090.

La dinámica demográfica del SEBD tiene un impacto significativo en la evolución de los gastos en el corto y largo plazo, lo que creará fuertes presiones fiscales para su financiamiento, una situación que debe ser atendida con urgencia.

El gasto anual del SEBD es de aproximadamente un 2% del PIB y alcanzará un pico máximo de 3.9 % en la década de 2030, a partir de allí el indicador empezará a descender hasta el cierre del Subsistema.

La reducción progresiva de los cotizantes activos, y por tanto de los ingresos, el agotamiento en el 2024 de la reserva total del SEBD y el incremento acelerado esperado en la cantidad de nuevas pensiones, creará una fuerte presión en el financiamiento del creciente gasto del Subsistema. El déficit operativo anual alcanzará un tope máximo anual en 2050 cercano a los $7,500 millones.

Ante eso, el Estado deberá identificar nuevas fuentes de financiamiento para cubrir el déficit creciente. Como referencia, el valor anual adicional que el Estado deberá financiar alcanzará el 2.4% del PIB en 2030, 3.2% en 2040, 2.7% en 2050, 1.3% en 2060, 0.4% en 2070, y tenderá a cero del 2080 en adelante.

Hay que tomar en cuenta que el Subsistema requerirá financiamiento estatal hasta su total extinción, que sólo ocurrirá aproximadamente en la década de 2090. Estos valores anuales representan el “costo de transición” del Subsistema, cuyo financiamiento no está previsto. El desafío fiscal asociado es de gran magnitud y requiere intervenciones urgentes de corto plazo, y soluciones duraderas y contundentes para el largo plazo.

La OIT concluye en una conclusión fundamental: las difíciles condiciones de financiamiento del SEBD crearían una presión fiscal que condiciona la sostenibilidad del sistema panameño de pensiones en su conjunto. Las reformas implementadas que apunten a garantizar la sostenibilidad de las pensiones del SEBD deberán contemplar una solución integral para el sistema en su conjunto.

Pero la OIT advierte además que el Subsistema Mixto, también enfrentará a partir de la década de 2050 ingresos por aportes contributivos que no serán suficientes para cubrir las prestaciones contributivas.

Además se destaca que el indicador tasa de informalidad del empleo muestra una tendencia al alza, muy preocupante en términos de su correlación con el deterioro de la base de financiamiento del Régimen de IVM. De no tomarse medidas de intervención de política para revertir esta tendencia, el país corre el riesgo de una profunda afectación de la sostenibilidad económica del Régimen, que podría alcanzar niveles críticos, con alto costo social.

EDICIÓN IMPRESA

Portada Diario Crítica