Nacional - 03/4/23 - 12:00 AM

El ajedrez lo es todo

 

Por: Por: Jonathan Acevedo / Para Crítica -

"El ajedrez lo es todo, es arte, es ciencia y es deporte", Anatoly Kárpov. Con estás palabras profundamente honestas, bellas y descriptivas el gran campeón soviético nos explicaba un universo en una frase, un todo, una vastedad.

¿Por qué es arte? porque al igual que la poesía, la música o la pintura está sujeto a la inspiración, la creatividad y la imaginación; y es precisamente ahí donde el ajedrecista convierte el tablero en un lienzo, un piano, una hoja y una pluma sobre la cuál descarga belleza y elegancia como lo harían Beethoven, Van Gogh o Rubén Darío.

¿Por qué es ciencia? Porque como en la ciencia existe una constante de ensayo, prueba y error como si de experimentos químicos se tratara. El ajedrez depende mucho del cálculo, el análisis, el estudio y la preparación teórica, cual teorema matemático que necesita ser descifrado. El ajedrecista somete al estudio su teoría para poder ser demostrada como lo harían Pitágoras, Isaac Newton o el mismísimo Albert Einstein.

¿Y por qué es deporte? Porque es altamente competitivo. Al igual que el fútbol, el boxeo o el béisbol, la gloria es para los que más se dedican, para quienes más se entregan, quienes más entrenan. Un deporte tan exigente que hasta los más talentosos caen; tan justo y meritocrático que el factor suerte no tiene cabida. Y cómo los otros deportes te suele enseñar a levantarte de la derrota, para triunfar y ser grande, como lo harían Leo Messi, Muhammad Alí o Babe Ruth.

En esencia, el ajedrez sí lo es todo...

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