Salió a pasear al perro de su jefe y terminó descubriendo huellas de ave extinta
Michael Jonhston, como fue identificado el conductor, descubrió accidentalmente las pisadas de una moa, ave extinta nativa de Nueva Zelanda, que no volaba, parecida al avestruz y que podía alcanzar los 3.6 metros de altura.
El conductor de un tractor que salió a pasear al perro de su jefe por la orilla del río Kyeburn, ubicado en Nueva Zelanda, nunca imaginó que hacer un favor así lo convertiría en parte de un gran descubrimiento arqueológico.
Michael Jonhston, como fue identificado el conductor, descubrió accidentalmente las pisadas de una moa, ave extinta nativa de Nueva Zelanda, que no volaba, parecida al avestruz y que podía alcanzar los 3.6 metros de altura.
Durante el recorrido, según narró Jonhston al diario Stuff, visualizó a pocos centímetros bajo el agua unas cuantas pisadas fosilizadas y como el ave era nativa de esta región las reconoció de inmediato, por lo que procedió a fotografiarlas y enviárselas, a través de Facebook, a un especialista para que este corroborara su hallazgo.
Here is a photo I took of the South Island moa footprints that I am currently attempting to extract from a river in central Otago with a team from @otago geology and @OtagoMuseum pic.twitter.com/yxeQ1rbFbR — Kane Fleury (@KaneFleury) 9 de mayo de 2019
Jonhston se contactó por la red social con el curador asistente de ciencia natural del Museo de Otago, Kane Fleury, quien al ver las imágenes de inmediato programó un viaje al sitio un par de días después.
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Tras verificar en el sitio el hallazgo el investigador regresó y fue entrevistado por Stuff, a quien comentó: "Es definitivamente el punto culminante de mi carrera", al referirse al descubrimiento.
Another Young-Earth Puzzle–Fossilized Moa Footprints in New Zealand https://t.co/6E6Ej0v7Ms pic.twitter.com/zJdPx5Bbf6 — Natural Historian (@NaturalHistoria) 11 de mayo de 2019
Declaró, "Me quedé muy impresionado, cuando entré en el agua y vi cómo se conservaron esas huellas casi perfectamente... ya que es muy poco común ver huellas tan nítidas".
Un equipo de paleontólogos fue destacado al lugar, y procedieron a desviar el cauce del río Kyeburn unos 100 metros para lograr drenar la superficie que se ubica debajo de las huellas para poder excavar y extraerlas en condiciones estables.
En total los científicos ubicaron unas siete huellas perfectamente conservadas, cada una a una de unos 30 centímetros de largo, misma que los especialistas creen que cuentan con millones de años de antigüedad.
Here’s a movie from @KaneFleury showing the Moa Footprint discovery site presently being excavated by the joint @OtagoMuseum @otago team #moa #museums #newzealand pic.twitter.com/CqdwxTl6lQ
— Ian Griffin (@iangriffin) 9 de mayo de 2019
Con información de Actualidad.rt