El impacto de la mala alimentación durante la pandemia
Nuevos casos de enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, diabetes e hipertensión podrían aparecer por el consumo excesivo de productos fritos, procesados y altos en azúcares que han aumentado en medio de la pandemia.
Cuando el dinero no alcanza y toca hacer supermercado, la lista de productos sufre. Se debe priorizar, por lo que, los antojos, las dietas especiales o los alimentos nutritivos que en ocasiones resultan más caros, quedan de lado. La crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus en Panamá y en el resto del mundo ha alterado también los hábitos de consumo y generado que muchos, por no tener suficientes ingresos, intenten economizar durante sus compras de comida, eligiendo lo más barato y/o rápido de preparar, sin pensar en su salud, porque se está en un “modo de supervivencia”.
De acuerdo con especialistas, este modo podría causar, a corto plazo, ser vulnerable al coronavirus y a largo plazo generar enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, hipertensión y diabetes. De hecho, un informe presentado por la OCDE y la FAO sobre la agricultura en esta década reveló que la pandemia podría provocar un deterioro de la calidad de la alimentación en la población más pobre.
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Un medio que deja ver rápidamente el tipo de alimentación que están llevando algunas personas en confinamiento son las redes sociales. En ellas, los consumidores dejan ver sus “comidas”, reflejando desde alimentos fritos, bebidas azucaradas, snacks, hasta postres, especialmente durante horas de la noche.
‘En época de cuarentena hay de todo’, dijo la nutricionista Sara Saldarriaga, que explica que el problema más visible en confinamiento es el sobrepeso, por aumentar las porciones, ingerir muchos productos procesados y estar limitados de movimiento, sin embargo, dijo que hay quienes se mantienen delgados y con su peso normal, pero por el tipo de alimentación podrían aumentar el colesterol y triglicéridos en la sangre. Un tema también preocupante.
Por lo anterior, la especialista dijo que hay que estar vigilantes en el tema de nutrición, porque si queda una población enferma, tendríamos también que invertir y tomar ciertas medidas por el desarrollo de otros problemas de salud a causa de un descuido alimenticio.
Pero, ¿cómo alimentarse bien en medio de una crisis económica? Según Saldarriaga, comer saludable con pocos ingresos sí es posible.
Entre las recomendaciones de la nutricionista se encuentran:
-Recortar los gastos que se hacen en salsas de tomate empacados o frijoles enlatados y reemplazarlos por vegetales naturales, porque además de ser saludables rinden más.
-En cuanto a las proteínas como pollo, carne de res o de puerco, Saldarriaga explicó que pueden ser fácilmente reemplazados por atún en agua, sardina o huevos.
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‘El arroz con huevo es una comida nutritiva’, admitió la especialista, pero debido a la cultura, por mucho tiempo ha sido mal catalogada por la sociedad.
Estilo de vida y educación nutricional
Con las personas en casa, las rutinas se han transformado, lo que para Saldarriaga ha sido un aspecto positivo en medio de la crisis, porque ahora, la mayoría se encarga de lo que come y son conscientes de los ingredientes que usan.
‘La cocina se ha convertido en una necesidad’ agregó la también dietista. Con una gran cantidad de locales cerrados, las personas evitan caer en comprar comidas recalentadas de días anteriores o comprar frituras en aceites reutilizables. Lo preocupante es el tema de las cantidades descontroladas, reiteró.
La mala alimentación no siempre es culpa de la persona, dijo Saldarriaga, porque es lo que aprende en casa, y ‘si alguien no tiene idea de qué hacer o cómo hacer, va a seguir en lo mismo’ explicó la nutricionista.
Para un cambio, la especialista indicó que es importante tener una mentalidad abierta y saber que hay cosas que han cambiado. La educación nutricional es importante para generar una transformación en la sociedad panameña. ‘Falta más ímpetu a nivel de Gobierno’, manifestó.
Por su parte, para generar un cambio mayor, especialistas de Mayo Clinic, indicaron que las personas deben seguir un plan de alimentación saludable ricos en nutrientes y bajos en calorías, como frutas, vegetales y cereales integrales. Principalmente evitar las grasas saturadas, reducir el consumo de dulces y alcohol.
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Además enfatizaron que las personas de vez en cuando pueden darse sus gustos en alimentos con alto contenido graso y calórico, pero en pequeñas porciones y eligiendo aquellos que promuevan un peso saludable y la buena salud.
Si bien es cierto, la mala alimentación se ha intensificado en pandemia, pero ha aquejado a la población desde antes de la COVID-19. En el año 2017, el Dr. Miguel Mayo, ministro de Salud de Panamá en ese momento, comunicó a los ciudadanos que, según un censo de 2015 al 2017, las enfermedades crónicas no transmisibles fueron las causantes del 65 % de las muertes en ese periodo.
El estudio del 2017 mostró que el 43 % de la población panameña padece obesidad o sobrepeso, el 38 % hiperlipidemias, el 36 % hipertensión arterial, el 14 % diabetes y el 3,2 % enfermedades renales.