Nacional - 23/4/24 - 12:00 AM

Nito crea crisis ficticia con Nicaragua con la excusa del asilo a RM

Para el abogado internacionalista, Pedro Sittón Ureta, ni Nicaragua, ni Panamá pueden negarle el derecho de libertad de expresión y ejercicio de sus derechos políticos a un excandidato presidencial que pudo hacer ganado holgadamente las elecciones de mayo como lo es Martinelli, porque sería revictimizarlo.

 

Por: Redacción / Crítica Impreso -

Un mes después que el mandatario Laurentino Cortizo revelara que tenía la "estrategia" de una "escalada diplomática" ante el asilo otorgado a Ricardo Martinelli, ahora la Cancillería anuncia que llamó a consultas al embajador José de Jesús Martínez, alegando que el expresidente realiza acciones "político partidistas". La medida tiene lugar cuando faltan dos semanas para las elecciones presidenciales en Panamá, en las que el favorito es -precisamente- José Raúl Mulino, quien reemplazó a "El Loco" como candidato luego de que éste fuera inhabilitado.

El 23 de marzo, en un evento en La Chorrera, el gobernante Cortizo anticipó los planes que acariciaba en torno a Martinelli, quien el 7 de febrero logró asilo del Gobierno de Nicaragua, por considerarlo perseguido por razones políticas y encontrarse en riesgo inminente su vida, integridad física y seguridad, de conformidad con la Convención sobre Asilo, de 1928, y la Convención sobre Asilo Político, de 1933. Desde entonces, se solicitó a Panamá brindar las seguridades para la pronta salida y traslado humanitario del asilado hacia Nicaragua.

Ayer, el gobierno de Cortizo -fiel a sus palabras- llamó a consulta a su embajador, bajo el argumento que Panamá se siente afectada en su integridad territorial por la actitud permisiva de Nicaragua que viola flagrantemente y de manera reiterada normas fundamentales del derecho internacional y exigió al gobierno de Managua el cumplimiento de sus obligaciones internacionales.

Para el abogado internacionalista, Pedro Sittón Ureta, ni Nicaragua, ni Panamá pueden negarle el derecho de libertad de expresión y ejercicio de sus derechos políticos a un excandidato presidencial que pudo hacer ganado holgadamente las elecciones de mayo como lo es Martinelli, porque sería revictimizarlo.

Panamá no ha respetado la integralidad de los derechos humanos que son indivisibles e interdependientes y por tanto no puede justificar la denegación de libertades fundamentales y no puede exigir que un asilado y perseguido político, no pueda expresarse como lo hacen miles de asilados alrededor del mundo.

Los convenios, jurisprudencia y principios generales del Derecho del Sistema Interamericano, que son posteriores a las convenciones de asilo, contemplan esas libertades al asilado, alegar lo contrario sería como cabalgar en la Prehistoria, alegó Pedro Sittón.

A juicio del también analista, la nota del gobierno panameño es desproporcionada y pone en marcha artificiosamente o de manera ficticia, situaciones para responsabilizar a Nicaragua de la propia escalada diplomática que ya tenía anticipada Cortizo desde un mes antes.

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