Francisco el catequista que envía a los jóvenes "ahora" a hacer lío (Fotos)
Se calcula que unas 700.000 personas asistieron a la misa campal en el campo San Juan Pablo II, de 75 hectáreas a unos 9 kilómetros al este de la capital panameña.
Ríos de emociones, orden y profundo recogimiento logró este domingo concentrar el papa Francisco en la misa de clausura de la 34 Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Panamá, en donde sacudió con su catequesis a los asistentes para que emprendan un compromiso de vida "ahora".
Se calcula que unas 700.000 personas asistieron a la misa campal en el campo San Juan Pablo II, de 75 hectáreas a unos 9 kilómetros al este de la capital panameña, la mitad por lo menos durmió allí tras participar el sábado en la vigilia con Francisco.
"Es una experiencia de la que nunca me voy a olvidar, sigamos teniendo fe y hagamos lo que Dios nos dijo", sostuvo con sencillez Miranda Martí, de 13 años, al concluir la misa de envío, como se le llama, en la que se confirmó que la próxima JMJ será en Portugal.
Miranda con su familia y un grupo de guatemaltecos siguieron con devoción la eucaristía encabezada por Francisco y acompañado en el altar por un centenar de cardenales, arzobispos y obispos.
Por su lado, la joven ngäbe buglé Edith, de 23 años, confesó sentirse "muy emocionada y contenta" por haber participado en la JMJ con una veintena de jóvenes de su comunidad aborigen, ubicada en la selva occidental de Panamá.
"Ha sido una jornada que nos invita a la unidad como persona y, como dice el papa, unidos podemos vencer muchas dificultades", apuntó.
Respecto a los mensajes sobre los pueblos indígenas que se presentaron durante la JMJ, la joven señaló que "fueron muy motivadores porque el papa nos invita a sentirnos orgullosos de lo que somos, a defender nuestras raíces, lucir nuestra cultura y ser orgullosos de todo lo que somos".
El dispositivo de la misa se cumplió con puntualidad, pues una hora antes que llegara Jorge Mario Bergoglio hasta los gobernantes invitados y el anfitrión, Juan Carlos Varela, ya se encontraban en el campo debidamente ubicados.
El pontífice, mientras que desde el altar principal se dirigía dinámicas de animación para los peregrinos y cánticos religiosos, llegó en el auto sedan rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad, pero sin ser anunciado, constató Efe, para luego, detrás del altar, abordar el papamóvil con el que recorrió todo el campamento, siendo vitoreado por los jóvenes a todo pulmón.
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El ambiente fresco del amanecer panameño en el campo San Juan Pablo II, bautizado así temporalmente por el primer pontífice que visitó Panamá el 5 de marzo de 1983, lució a capacidad, con una enorme cantidad de carpas donde pernoctaron los peregrinos, que en número de 600.000 realizaron la vigilia en la víspera, según los organizadores.
El orden, la tranquilidad, el espíritu de colaboración y comprensión reinó durante toda la ceremonia religiosa y la operación de desalojo posterior, con decenas de autobuses para trasladar a los peregrinos hacia la ciudad, mientras otros emprendieron la marcha a pie y los voluntarios se prodigaban recogiendo toneladas de desechos.
Retumbaba, mientras tanto, el mensaje central de Francisco a los jóvenes, es "ahora" que se debe actuar, no mantenerse alejados de los problemas de su entorno, "el futuro es hoy y ustedes son parte de eso, no es para mañana", lo resumió otro peregrino panameño como lección de la catequesis de Francisco.
El santo padre partió luego de la misa a visitar un centro de cuidados a enfermos de VIH/Sida y luego se reunirá en el estadio nacional Rommel Fernández con los voluntarios que trabajaron en la jornada, para posteriormente tomar el avión que lo llevará a Roma.
Las últimas ediciones de la JMJ se celebraron en Colonia (2005), Sydney (2008), Madrid (2011) -con el Papa Benedicto- y en Río de Janeiro (2013), Cracovia (2016) y Panamá (2019) con el Papa Francisco.
Para evitar golpes de calor se instalaron numerosos dispositivos para beber agua potable y un camión de bomberos para refrescar a los asistentes, recordando los juegos con agua de los tradicionales carnavales panameños llamados "culecos".
Francisco arribó el pasado 23 de enero a Panamá para cumplir una intensa agenda eminentemente pastoral y esta tarde partirá a Roma.
La visita a Panamá es el viaje internacional número 26 de Francisco, que ha ido a 40 países en casi seis años de pontificado.
"Gracias papa Francisco por confiar y darnos la oportunidad de hacer una Jornada para la juventud de las periferias existenciales y geográficas", reiteró este domingo el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, al pontífice al inicio de la misa de envío.