Nacional - 17/5/21 - 12:00 AM

Ecosistemas de Albinas en Garachiné

 

Por: Redacción / Crítica Impreso -

Un sorprendente hallazgo en Garachiné ha llamado la atención de los funcionarios por ser un fenómeno creado a través de muchos años por la misma naturaleza y en la que no hubo ninguna participación de la mano del hombre.

La comunidad ubicada en La Ensenada de Garachiné del Golfo de San Miguel, en el Pacífico darienita, lleva según los últimos estudios, medio siglo en un proceso de erosión costera que representa la pérdida de 85 a 90 centímetros de costas anuales. El fenómeno natural que es seguido de cerca por las autoridades ambientales por ser ésta una comunidad bordeada por un robusto ecosistema de manglares.

Pero esta no es la única manifestación que genera la relación entre el mar y la tierra en esta comunidad costera, pues recientemente un equipo del Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) realizó el hallazgo (con el apoyo de imágenes de satélites y tecnología de dron), de varias áreas con poca o reducida vegetación próximas a las costas, que mostraban todas las características de un ecosistema de una albina.

De acuerdo con Iris Vargas Miller, jefa de la Sección de Costas y Mares de MiAMBIENTE en Darién, el hallazgo se dio a finales de febrero en la zona del humedal Tagualito, como parte del trabajo realizado durante una gira en campo.

Gracias a la tecnología del Mobile Topographer, WiKiloc, Drone y un guía de la comunidad, el equipo pudo llegar a una de las zonas de claridad que indicaban las imágenes, el cual presentaba características de una “Albina”¬, con escasa vegetación de mangle negro (Avicennia germinans) de unos 30 cm de altura, lo que causó extrañeza al grupo de técnicos al encontrarse ante un ecosistema tan árido cerca al humedal y , ubicado a sólo 400 metros de la costa y con una superficie de 25 hectáreas en que no había rastro de la mano del hombre.

Según el informe se pudo observar que las hojas del mangle negro contenían cristales de sal en ambos lados por el exceso de sal de las aguas del mar que inundan periódicamente el suelo por acción de los aguajes.

Esto de acuerdo a Vargas sorprendió incluso a la población de esta comunidad, que por décadas ha desarrollado leyendas de la aparición de grandes lagartos en estas áreas.

Interés que llevó a los técnicos de MIAMBIENTE a realizar una segunda gira de campo, en la que de acuerdo a Vargas, el sitio se encontró anegado por efecto de la pleamar o marea alta de 6.1 m de altura. Esto permitió observar huellas de fauna como armadillos, gato manglatero, guacos, y una gran cantidad de cangrejos violinista, típicos del área.

“Como científicos este ha sido un gran hallazgo, pues se abre una nueva ventana para darle seguimiento a los ecosistemas de manglares de Garachiné”, dijo la funcionaria, quien también remarcó que en Darién no se tenía registro de regiones de albinas, como en el caso de la provincia de Herrera, que posee el área de albina más conocida del país, el Parque Nacional Sarigua.

En seguimiento a este hallazgo la científica indicó que, a través de las imágenes de satelitales se han ubicado seis “zonas claras” más, que presentan las mismas características en Taimatí, Punta Alegre y en la desembocadura del rio Sambú en donde se ubicó la de mayor tamaño.

Los primeros análisis muestran que este ha sido un proceso natural que se ha llevado a cabo a través de muchos años, y que a diferencias de otras albinas, y no ha sido producto de la actividad humana de deforestación del manglar. También manifestó que no se puede asegurar que sea producto del cambio climático, que haría falta hacer una evaluación científica en este tema.

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