Sucesos - 07/2/23 - 12:00 AM

Pandilleros se matan entre ellos

 

Por: Redacción / Crítica Impreso -

Los recientes homicidios que han conmocionado a la sociedad panameña por el grado de saña han dejado una pregunta en el aire. ¿Son grupos extranjeros como las maras los que están operando en Panamá?

El abogado, criminólogo y Secretario General del Ministerio de Seguridad Pública, Jonathan Riggs afirma que por el momento no se han detectado células de la poderosa organización delictiva.

Las personas que pudieron haber tenido alguna vinculación con las maras salvatruchas han sido detectadas, devueltas a su país de origen o detenidas si son relacionadas con alguna actividad delictiva. Sin embargo, el funcionario es cauto y no puede asegurar que estén o no presentes miembros de este grupo.

“La presencia de maras en Panamá no la tenemos... pero hay que tener presente que hay una migración dinámica en Panamá”. Por la selva del Darién pasaron 71.000 migrantes ilegales en el 2022, según cifras oficiales de Migración.

Para este experto que trabaja para el Gobierno, lo que se ha visto en los últimos días "son acciones criminales ligadas al fraccionamiento de las organizaciones criminales que se disputan internamente el control de los grupos y otras que han encontrado alianzas a través de vinculación que se dan a lo interno de los centros penitenciarios".

También se han dado acciones criminales ligadas a la delincuencia común como los robos a los bancos y joyerías.

El domingo 20 de enero, el cuerpo sin vida de un venezolano, de 35 años, fue encontrado en Los Andes. El cuerpo no tenía ojos y le habían arrancado la piel del rostro. La saña de este crimen encendió las alarmas.

Sin embargo, Riggs alega que la forma violenta de los asesinatos puede estar relacionadas con conductas foráneas, que copian los jóvenes que se inician en el mundo de las pandillas o el narcotráfico con el fin de generar temor entre los miembros, lograr un estatus y tomar el control territorial.

Para el criminólogo, el desmembramiento de un cuerpo envía un mensaje claro: no hay respeto alguno por la vida y es un llamado de advertencia para quienes conocen a la víctima.

Y, aunque a muchos ha sorprendido lo sanguinario de estos crímenes, el funcionario asegura que en los últimos 30 años han ocurrido hechos violentos como los registrados en las últimas semanas.

GUERRA ABIERTA

Gran parte de los homicidios que han ocurrido en Panamá están relacionados con la guerra abierta y sin cuartel entre miembros de grupos de pandilleros y organizaciones dedicadas al narcotráfico.

Según cifras oficiales, en el país. operan cerca de 178 grupos de pandilleros judicializadas, de los cuales 37 están en San Miguelito, y el resto en Panamá, Colón, Chiriquí y en los corregimientos de Arraiján y La Chorrera en la provincia de Panamá Oeste. Todos generan acciones ligadas al narcotráfico, sicariato. Homicidios, extorsión, estafa, privación de libertad, robos y hurtos.

Desde finales de diciembre e inicio del nuevo año, la lucha es por el control de territorios, por tumbes de drogas, por traición y por venganzas.

El 80% de las personas asesinadas están vinculadas con el narcotráfico o el pandillerismo siendo los sectores del populoso distrito de San Miguelito, los que encabezan las cifras de este año. En enero fueron reportados 44 crímenes a nivel nacional.

La comunidad clama por mayor seguridad en las calles, ya que hay personas inocentes que han pagado con su vida por las disputas de los pandilleros, como fue el caso ocurrido en El Chorrillo, donde una joven murió al terminar en medio de una balacera.

"CAMERAS"

La saña con la que se han cometido los crímenes no es lo único que está cambiando, también en el mundo del pandillerismo y el narcotráfico, va en aumento la participación de mujeres, que aunque no comenten directamente los crímenes, allanan el camino para estos.

Riggs indica que en los últimos tiempos se ha visto un incremento en la participación de féminas conocidas como "cameras", que se infiltran y generan una intervención dentro de la acción criminal para sorprender a las víctimas.

Menciona que entre un 30 % y 35% de los casos de crímenes han participado cameras.

El Secretario General del Ministerio de Seguridad considera que la educación es la mejor manera para frenar el creciente aumento de casos de violencia o la participación de jóvenes dentro de organizaciones criminales.

"Es un tema que debe ser visto con lupa, ya que la mayoría de los pandilleros son desertores escolares, tienen poco o baja escolaridad, además de vivir en medio de familias disfuncionales, lo que los lleva a ser el delito parte de su vida".

Hay que generar a través de la educación de un proyecto de vida, dijo.

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