El traje típico se multiplicó por miles
Poco después de la una de la tarde, hora anunciada por el comité organizador, empezaron a desfilar las primeras delegaciones, en el orden establecido en un sorteo previo al Desfile de las Mil Polleras.
Fue así como la ciudad de Las Tablas se convirtió desde tempranas horas en un gran museo al aire libre, donde se destacaron miles de mujeres luciendo el traje típico nacional.
Todas las variantes de polleras, desde la de gala con sus labores en talco en sombra, la Montuna Santeña, basquiñas, ocueñas y de coquito, por nombrar algunas, fueron lucidas por las calles de Las Tablas.